La periodontitis es una enfermedad que afecta a los tejidos que rodean a los dientes, la encía y el hueso de tu boca. En casos extremos puede llegar a provocar la pérdida de algún diente, con las consecuencias estéticas, de salud e incluso psicológicas que eso supone.

La causa más frecuente de la periodontitis es la presencia de placa bacteriana entre la raíz de los dientes y la encía. Cuando esta placa se acumula y no se retira adecuadamente, puede producir efectos muy negativos como:

Inflamación de encías.
Sangrado de encías, que puede ser espontáneo o al cepillarnos los dientes.
Sensibilidad al frío y al calor cuando masticamos.
Movilidad de dientes, llegando incluso a la caída de los mismos.
Pérdida de masa en las encías y el hueso, más concretamente en el ligamento periodontal y el cemento radicular
“Alargamiento” de dientes, lo que significa que parte del diente queda al descubierto, lo que es peligroso y poco estético.

La periodontitis es una enfermedad multifactorial y afecta a casa persona se una manera diferente. Otras causas de su aparición son: tabaquismo, alcoholismo o incluso enfermedades externas a la boca como diabetes.

Para evitar el exceso de placa, es importante lavarnos bien los dientes, combinando el cepillo con el uso de seda dental y un buen enjuage bucal. Recuerda nuestro post sobre consejos para lavarse los dientes http://clinicadentalsantana.es/8-consejos-de-cepillado/

Cuando observemos síntomas como los que hemos descrito anteriormente (sangrado y enrojecimiento de encías, sensibilidad al masticar, pérdida de encía que deja el diente expuesto o movilidad dentaria), es importante acudir a nuestro dentista, ya que él puede evitar que lleguemos a perder piezas dentales. El dentista se encargará de evaluar la situación y realizar una limpieza profunda. Eliminará la placa bacteriana situada entre las encías y las raíces. Más concretamente, este proceso consiste en:

– Alisamos las superficies de dichas raíces para facilitar la adhesión de la encía al diente.
– Reducimos las bolsas periodontales para que el paciente pueda cepillarse correctamente en el surco crevicular (rendija entre la encía y el diente).

En caso de que la cirugía fuese necesaria, nuestra labor consistirá en:

– Exponer las raíces en la parte profunda de las bolsas para permitir o facilitar su raspado y alisado.
– Reducir la profundidad de las bolsas.
– Regularizar la superficie de las raíces, para facilitar la adhesión de la encía.
– Crear una morfología ósea y gingival favorable, alrededor y entre las raíces.
– Regenerar el hueso especialmente en cráteres situados alrededor de algunas raíces dentarias.

De esta forma, lograremos limpiar la placa bacteriana, curar la periodontitis y “salvar” nuestros dientes.